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Órbita celeste

lunes, 13 de febrero de 2012

Doce años dedicados al club de sus amores







- Manuel Hermida Losada  " Hermidita "
- Nacido en Gondomar ( Vigo ) , el 27 de Noviembre de 1924 .
- Delantero
- Equipos : R.C. Celta de Vigo \ Córdoba.




- Manuel Hermida Losada, más conocido como "Hermidita", fue un delantero centro que permaneció más de una década  en el club que amaba, el Celta. Dos parientes suyos, los Ángel y Pepe Hermida, ya habían militado en el equipo celeste, de ahí que se le apodara "Hermidita". Fue un delantero de los que ya no hay, con unos registros goleadores impresionantes, ya que fue el único jugador del Celta capaz de hacer cinco dianas en un mismo partido.

Hermidita debutó en el Celta de Vigo con veinte años y, cumpliendo el servicio militar, el día que se estrenó de celeste, consiguió 2 dianas de las 107 que conseguiría a lo largo de su carrera en la liga. El ariete de Gondomar estuvo en el Celta desde 1944 hasta 1956, doce años haciendo historia y asombrando a la afición con sus goles. Varios fueron los equipos entre ellos Barça y Madrid, que se fijaron en la calidad del aquel entonces joven, Hermidita, pero el Celta nunca accedió a venderlo. El delantero gallego era intocable, necesario para el club.

- Nació un año después de fundarse el R.C. Celta de Vigo, el 27 de noviembre de 1924 en Gondomar, Vigo. Los números hablaban solos de nuestro legendario futbolísta: 170 partidos, 107 goles y una increíble media de 20 goles por temporada, llegando a ser segundo en la tabla clasificatoria de los máximos realizadores de la liga española en una ocasión. Formó parte del histórico " Frente de Juventudes " junto con sus compañeros Mekerle, Sobrado, Atienza y Vázquez, una escuadra de ataque más que peligrosa para cualquier rival.
Las buenas actuaciones de Hermidita con el Celta tampoco pasaron desapercibidas para la selección nacional española. Iñaki Eizaguirre convocó inicialmente al delantero para participar en el Mundial de Brasil de 1950, en el que España concluyó en cuarta posición. Pero finalmente fue descartado para integrarse en aquel glorioso combinado nacional. Pese a aquel varapalo, el rendimiento de Hermidita no se vio afectado en absoluto, y continuó haciendo goles para el equipo de su ciudad, el equipo de sus sueños.
Dos inoportunas lesiones en el tobillo y la ingle precipitaron que el 23 de Febrero de 1955, Hermidita disputase ante el Hércules su último encuentro como jugador del Celta. Acabaría la campaña 1954\55 con sólo cinco partidos disputados y sus dos últimos goles con la zamarra celeste, uno frente el Valladolid, y el otro ante el propio Hércules.

Este fenomenaldelantero poseía una derecha que era dinamita pura, el terror de los porteros, aunque también cabeceaba el balón como los mejores especialistas. Ocupaba una demarcación intermedia entre el delantero centro y los medios . No era , lo que se dice , un trabajador de campo, pero cualquier balón que le llegaba implicaba peligro para el portal adversario, su desbordante habilidad era una auténtica amenaza y su toque de pelota único.

Su secreto era que ,en cuanto veía la raya del área, chutaba a gol con una potencia excepcional. No le afectaba si el balón salía alto o desviado, provocando la contrariedad de los aficionados. Sabía que en cuanto atinase con el gol, las protestas del público se traducirían en aplausos y ovaciones.

Dicen de él que, junto con el gran Pahíño, formaban un tandem impresionante, una delantera de lujo. También dicen que había empezado a jugar en el Celta de Vigo de forma gratuita, que en el segundo año y en el tercero percibió 5000 de las antiguas pesetas de ficha anual. Y también se dice de él, que sentía los colores del Celta por encima de todo, pues era su pasión.

Hermidita se prepara para un remate aéreo.
- Jugó junto a grandes futbolistas, jugadores de su talla: Miguel Muñoz, Pahíño, Aretio, Atienza, Alonso, o Paco Roig, entre muchos otros. pasó por las manos de varios entrenadores, desde el húngaro Platko, pasando por Zamora, Pasarín, Odilo Bravo y Armando. Y es que doce años en un club dan para mucho, dan para sufrir, dan para disfrutar, dan para perder o también para ganar pero, sobre todo, dan mucho que hablar sobre lo especial que fue. Es Hermidita para el celtismo. Sus numerosos goles son el recuerdo de una larga época del conjunto celtiña en el fútbol de élite español.
Muchos han sido los grandes delanteros desde los inicios del R.C. Celta hasta el día de hoy: Polo, Nolete, Pahíño, Abel, Del Cura, Baltazar, Gudelj, Iago Aspas... etc, y a Hermidita no se le puede excluir de esta lista de maravillosos atacantes que han figurado en el club de Balaídos. Es más, debería ser destacado su nombre entre todos ellos, por celtismo y por fútbol. Por ese mismo motivo, solamente Aspas podría estar a su altura.
Manuel abandonaría el Celta para acabar su carrera en el Córdoba. En 1959 se acabaría la carrera de un jugador inolvidable para el celtísmo, un luchador, un goleador y lo más importante, un hombre que adoraba al Real Club Celta.

Retirado del fútbol, pasaron los años, y Manuel no olvida las aventuras sobre el fútbol de antaño. No olvida lo bueno, pero tampoco lo malo, y sobre todo las injusticias que a veces les depara el destino con un equipo que mereció ser más agradecido con este icono de la afición viguesa.

Él mismo reconocía hace años para Faro de Vigo las viejas anécdotas de su brillante carrera: " Renuncié a todo por el fútbol, pero no me puedo arrepentir porque el fútbol era mi pasión , y jugar en el Celta era la ilusión más grande de mi vida. Y la cumplí. Fichar por el Celta fue la satisfacción más grande que he tenido y no lo cambiaría".

"El Celta lo sigo llevando en el corazón, para mí el Celta es sagrado. Pero una cosa es la institución y otra los dirigentes o algún que otro entrenador que he tenido. Casi me echan a patadas del club. Prefiero no recordar lo que me han hecho".

Da gusto oir palabras de amor de un jugador como Hermidita, es una delicia enterarte de que uno de tu mayores ídolos del Celta sentía todo eso por el mismo equipo del que eres seguidor, que siente lo mismo que cualquier celtista de a pie.

El delantero Hermidita figura como uno de los grandes goleadores en la historia del Celta con 119 dianas.

- Pero no fue justo el trato del club con Manuel. Fue el único jugador con doce años de servicios al club que no recibió el homenaje que estaba estipulado. Lo único que hicieron fue un partido amistoso contra el Pontevedra con el fin de recaudar fondos para pagarle 175.000 pesetas, quedándole a deber finalmente 60.000. Ni el tiempo estuvo de lado, porque en aquel partido-homenaje hubo un temporal con fuertes lluvias y viento, una pésima despedida a uno de los mejores jugadores de la historia del club.

Sin ninguna duda ha sido todo un ejemplo de celtismo el que Manuel ha demostrado a la vida, nunca permitió que le hablasen mal del Celta. Un 17 de septiembre, en el 2005, Hermidita  fallece y nos abandona, dejando una huella importante en los registros del Celta.



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