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Órbita celeste

domingo, 18 de marzo de 2012

Manolo , " el gran capitán " .









- Manuel Rodríguez Alfonso
- Nacido en Cangas do Morrazo  ( Pontevedra ) , el 22 de diciembre de 1948
- Centrocampísta - Defensa
- Equipos: R.C. Celta de Vigo.





- Sin duda es el hombre más admirado y querido por todo el celtismo, el llamado "Gran Capitán". Es el hombre que más tiempo ha vestido la camiseta celeste, un récord casi insuperable. Todo pundonor, bravura ,entrega y fútbol. Estas características definen a un hombre que dedicó toda su carrera profesional al Celta de Vigo. 

Manuel Rodríguez Alfonso nació en Cangas do Morrazo (Pontevedra), el el 22 de diciembre de 1948. No hace falta haber vivido su etapa como jugador. Yo, cuando Manolo jugaba en el Celta, en parte aún no había nacido y en otra era muy pequeño como para recordarlo. Sólo hay que escuchar a los veteranos de la ciudad olívica para darnos cuenta de lo que este hombre representaba en este club. Escuchar, leer y conocer su historia, nos bastará para saber quién era el eterno capitán celtiña, un jugador que siempre honró la elástica celeste.

- El Celta juvenil y la selección gallega de juveniles fueron el primer escenario para un jugador como Manolo, que de aquella era considerado una promesa. Avalado por su enorme calidad y polivalencia, este futbolista poseía una capacidad de liderazgo que más tarde le llevaría a ser el capitán del Celta durante un largo periodo de su carrera.
No tardó mucho en subir al primer equipo. Desde la temporada 66\67, Manolo dedicó su vida a jugar en la entidad celtiña, aunque también pudo triunfar lejos de Vigo. Sus grandes progresos y brillantes actuaciones en la selección B le metieron pie y medio en la selección absoluta. De entonces, la directiva del Real Madrid, conocedora de su calidad, quiso hacerse con sus servicios ofreciendo la desorbitada cantidad de veinte millones para incorporarlo a sus filas. Pero el 27 de enero de 1974, Manolo recibiría el golpe más duro de su vida deportiva, una durísima entrada del holandés Johan Cruyff, quien dejó al gallego sin ir la opción de fichar por el Real Madrid, sin su debut con la selección española y casi sin rodilla. Aún así, Manolo supo reponerse con fuerza para hacer historia en el club de sus amores. Esa era su casa, y el destino quiso que se quedara por siempre en Vigo.

Manolo era un jugador de carácter y, buena prueba de ello, era cuando en vísperas de un Barcelona-Celta, Manolo declaró al diario "El Pueblo Gallego" que no deseaba ejercer de capitán en aquel encuentro para evitar estrechar la mano del capitán culé, Johan Cruyff. 
Manolo estaría enemistado con el holandés desde aquella aparatosa entrada que había arruinado sus planes de futuro. Pero, obviamente, era muy difícil olvidar aquella patada en la rodilla  en el Camp Nou. De eso habían pasado ya casi tres años, pero el capitán lo tenía muy presente en el recuerdo.

El bueno de Manuel podía actuar tanto de medio como de defensa. Su polivalencia y sus grandes dotes defensivas le hicieron triunfar con creces en el fútbol español, y más hubiera logrado de no haber sido por aquella trágica patada.

Suya era aquella mítica frase que decía: "El fútbol me ha enseñado mucho, fue mi universidad". El caso es, que Manolo también se convirtió en una universidad para muchos jóvenes que le vieron jugar, y que seguramente quisieron ser como él.

Su primer gol con el Celta lo hizo en la temporada 68\69. Más hizo en el curso 81\82, dos tantos siendo el último en su carrera como futbolísta el que le metió al Córdoba en Balaídos, el 17 de enero de 1982. El Celta ganó aquel encuentro por 3-1.
Era todo un ejemplo el "Gran Capitán", aquel muchacho que cogía el tranvía número 6, que salía de Chapela para ir colgado en el estribo a ver los partidos de su querido Celta. Un niño que como dice él mismo: "El fútbol me ha permitido conocer mundo y me ha enseñado a hacerme un hombre".

Diecisiete años se dicen pronto, pero es toda una vida deportiva dedicada a defender los colores del R.C. Celta, y eso es algo que el celtismo nunca olvida. Por eso el zaguero de Cangas era tan especial para todos.

Un hombre que conoció la alegría y la tristeza en el Celta, de jugar la Copa de la UEFA a sufrir un descenso a Segunda B. Precisamente, el Celta ascendería a la categoría de plata y después a Primera División con el venerable entrenador Milorad Pavic en los banquillos, y siendo aquella su última temporada en el club. Manolo no jugaría más en la máxima categoría con el Celta de Vigo, pero le concedió su ultimo ascenso a la misma para tranquilidad del respetable de Balaídos.

Pero Manolo no se retiraría sin un merecido homenaje como gran profesional que fue en el Celta. Se organizó un amistoso ante la selección de Polonia en Balaídos, que honraría sus nobles servicios con la camiseta celeste.

Manolo es el capitán del Celta más recordado por todos los asistentes a Balaídos.


- Ante su afición, borracha de nostalgia y emoción, Manolo tuvo su día de despedida. Aquel interminable pasillo, formado por veteranos del Celta y de la selección española, se abría paso para que el fiel capitán dijera adiós al fútbol de manera emotiva.
No faltaron agasajos de todo tipo, abrazos y gestos cariñosos para Manolo, que realizaba un bonito gesto de despedida junto a sus hijos y esposa. Las ovaciones eran infinitas, de una afición que contenía un nudo en la garganta al ver despedirse al jugador que más veces defendió el escudo celtiña.

Manolo se despidió de su afición como mandan los cánones, mientras se quitaba su brazalete de capitán y saludaba a todo el celtismo. Hasta los polacos lloraban. Sin duda, fue una de las despedidas más bellas de la era céltica.
Tras su emotivo final, el entonces presidente del Real Club Celta, José Luis Rivadulla, ofreció a Manuel el cargo de secretario técnico, e incluso entrenar al primer equipo junto a su descubridor, y también ex-jugador del Celta, Pepe Villar.

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