martes, 28 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: Visitas del Celta a El Molinón.



- Con el empate cosechado en Gijón recientemente, el Real Club Celta de Vigo acumulará ya veinte años sin conocer la derrota en El Molinón en lo que a la máxima categoría se refiere. En total son trece derrotas, nueve empates y cinco victorias las que lleva el equipo vigués en sus salidas a Gijón, en un campo que parece darle suerte. También hay que reconocer que dos históricos del fútbol español como son Sporting y Celta, apenas han coincidido en Primera División a lo largo de las dos últimas décadas.

Para conocer la primera victoria celeste en Gijón debemos remontarnos a la temporada 1957\58, cuando Luis Casas Pasarín ejercía de entrenador. Fue en la última jornada del campeonato liguero, el 5 de abril de 1958. En el conjunto asturiano jugaban los Castañer, Basora II, Biempica y Pla entre otros, mientras que por el Celta actuaban futbolistas como Pepe Villar, Escobar, Gausí y el meta Manolín.
En aquel encuentro, dirigido por el colegiado Marrón Martín, los vigueses vencieron por 1-2. El equipo rojiblanco se había adelantado por medio de Antonín, pero a falta de veinte minutos se remontó el dificultoso choque con los goles de Tucho Sampedro y un argentino que con cuyo nombre daba honor a la ciudad olívica, José Vigo.

Pasarían más de treinta años para que el Celta celebrase su segunda victoria en Gijón, concretamente en el curso 88\89. Novoa -quien antaño había dirigido al Sporting de Gijón- esta vez se hallaba en el bando gallego como entrenador. De nuevo se repetiría el 1-2 de la última victoria céltica. Fue gracias a los goles de Julio Prieto y Amarildo, que con sus respectivos tantos hicieron inútil el del sportinguista Narciso. Por cierto, cabe recordar que en el equipo gijonés se hallaba el actual Director Deportivo celeste, Felipe Miñambres.

El 17 de enero de 1993 llegó la tercera, con Txetxu Rojo en el banquillo (temporada 92\93). Fue el resultado más claro obtenido en El Molinón, con un 0-3 ofrecido por los goles de Otero, Ratkovic y Gudelj de penalti.
Cinco años después se repetiría la historia, con un Celta que ya amenazaba con convertirse en un grande de la Liga Española. Jabo Irureta dirigía a los Karpin, Mazinho, Revivo y Mostovoi, aunque éste último se perdió el encuentro por acumulación de tarjetas. Aquella imparable escuadra sacó los tres puntos de tierras asturianas merced a un tanto del revulsivo Moisés, quien había entrado en el campo para convertir el 0-1 definitivo.

Pasaron muchos años y Sporting y Celta debieron esperar muchos años para verse las caras en Primera División. Tan solo hubo cruce en dos ocasiones, y ambas fueron en la categoría de plata. El primer cruce fue durante el curso 2004\05, con victoria local por 1-0. La réplica celeste llegó en la campaña 2007\08, con un gol del chipriota Okkas que decidió el partido para los suyos.

Karpin avanza con el balón durante un Sporting - Celta de la temporada 1997\98. 

- Después de dieciocho años ambos equipos se reencuentran en la máxima categoría. Apenas nos acordábamos ya de aquel importante gol de Moisés, pero el Celta de Eduardo Berizzo se encargó de refrescarnos la memoria con un idéntico resultado el pasado 4 de octubre de 2016. Nolito marcó aquel solitario gol que significaría la quinta victoria de la escuadra viguesa en todas sus visitas a El Molinón desde que gallegos y asturianos han coincidido en Primera, desde 1945.

El último enfrentamiento entre ambos se ha saldado con un empate a un gol. Los gijoneses abrieron el marcador con un penalti transformado por Moi Gómez. Una genialidad de Iago Aspas en un libre directo cerraría el resultado que deja un Celta invencible en el estadio rojiblanco, donde no se pierde desde hace dos décadas.

viernes, 24 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: La primera sustitución del Celta.



- Se suele recordar a los más goleadores, al mejor portero, máximo asistente y demás honrados deportistas que han sido mencionados por alguna que otra hazaña. Yo hoy quiero recordar la primera sustitución celeste, es decir, al primer sustituto y primer sustituido sobre el terreno de juego.
Por si alguien no lo sabe, no siempre hubo sustituciones en los partidos de fútbol. Desde los albores del balompié hasta la década de los sesenta, nunca se vio el simple hecho de "hacer cambios". Solamente se permitía sustituir al portero en caso de lesión, por lo demás, los once jugadores iniciales tendrían que soportar los noventa minutos reglamentarios sobre el manto verde... algo que ya no se ve.

Tenemos que viajar en el tiempo hasta 1953 para encontrar la primera sustitución en cuanto a jugadores de campo. Ésta se produjo durante el la fase de calificación de la Copa del Mundo de 1953. El alemán Horst Eckel fue sustituido por lesión, y éste hecho no se volvió a repetir hasta más adelante.

En Inglaterra se permitieron los cambios a partir de la temporada 1965\66, y en la liga española no llegó tal permiso hasta el curso 1969\70. El secretario de la Federación Española de Fútbol de aquella época, Andrés Ramírez, aceptó reticente la nueva norma alegando lo siguiente: "La sustitución de jugadores lesionados durante los partidos oficiales en Inglaterra me ha causado mala impresión. Aquí, en España, se viene practicando desde hace años que, como máxima concesión, se pueda sustituir el guardameta, cuando el titular resulte lesionado, ya que es un puesto ´sui generis´. Pero en casos de auténtica lesión. La sustitución de jugadores lesionados se presta a combinaciones sospechosas. Las reglas deben mantenerse rígidas. Solamente en caso de inutilización del portero puede permitirse su sustitución. Por cierto, esto no venía ocurriendo en Inglaterra; incluso enlos partidos internacionales. Por ello, cuando la selección española se ha enfrentado a algún equipo nacional británico, el seleccionador nacional, señor Villalonga, ha entrenado como posible guardameta, en caso de lesión del titular, al delantero centro Marcelino. No creo que el sistema prospere".

Desde la Copa del Mundo 1970 -celebrada en Brasil- se aceptó la sustitución de un jugador de campo fuera o no por lesión, así que en la Liga Española se tuvieron que adaptar a la nueva normativa de la FIFA.
Por entonces, el R.C. Celta de Vigo se hallaba recientemente en Primera División tras un largo periodo en la categoría de plata. Llegó a tiempo a la máxima categoría para realizar una de las primeras sustituciones en nuestra afamada liga.

El equipo vigués había viajado a San Sebastián para enfrentarse a la Real Sociedad y así cumplir con la primera jornada de la Liga 1969\70. Fue un 14 de septiembre de 1969, en el estadio de Atotxa. El once del técnico celtiña Roque Olsen sería el siguiente: Bermúdez, Hernández, Cano, Hidalgo, Manolo, Costas, Taberner, Juan, Suco, Rivera y Abel. Uno de aquellos jugadores no acabaría el partido aquel día, pero no sería por lesión o sanción...

Imagen de una de las muchas sustituciones que hemos visto desde la década de los setenta.

- Abel sería sustituido en el minuto 76 de partido, cuando el Celta iba perdiendo por 2-0 merced a los tantos donostiarras de Dionisio Urreisti. El delantero Abel fue sustituido por Francisco Doblas, lo que significó el primer intercambio de jugadores de campo en la historia del R.C. Celta. 
Doblas trató de ayudar en la remontada, aunque el equipo olívico solo pudo maquillar el resultado con un tanto de Juan (dos minutos después de la sustitución). A partir de entonces, Balaídos y otros campos de España se tuvieron que acostumbrar a la novedad de los cambios.

Poco a poco se fueron modificando aún más las normas. De las dos sustituciones se pasó a la aceptación de las tres. Esta nueva regla se instó a mediados de los noventa, y desde entonces hasta la actualidad no ha vuelto a cambiar... de momento.
Sirven para tener más fresco al equipo, para perder tiempo e incluso para darse un respiro. Abel y Doblas fueron los primeros protagonistas de las sustituciones en el Celta, y por ello merecen también esta especial mención.

lunes, 6 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: La maldición copera del Celta con el Alavés.



- El Celta tiene una cuenta pendiente con el Alavés en la Copa del Rey. Para que nos hagamos una idea, célticos y alaveses se han visto las caras en cinco eliminatorias coperas, y todas han sido favorables al conjunto vitoriano. Lo más curioso es que ambos equipos nunca coincidieron en este torneo como equipos de Primera, al menos por parte del Alavés. Solamente en la presente campaña 2016\17 se ven las caras como equipos de la máxima categoría, y de momento, tras el empate a cero en Balaídos, todo está por decidirse en Mendizorroza.

Vayamos a la primera ocasión en la que Celta y Alavés se cruzaron en competición copera. Por entonces, ambos conjuntos estaban en Segunda División (1977\78). Tras eliminar a equipos como el Atlético Monzón y Cartagena, los vigueses cayeron eliminados en su duelo frente al Deportivo Alavés. Después de un empate a dos en Balaídos, los gallegos sucumbieron en Vitoria por uno a cero.

Ambos equipos coincidieron en segunda durante el curso 81\82, justo cuando quedarían emparejados por segunda vez. Ourense y Compos fueron los primeros rivales derrotados por la escuadra celeste, En la tercera ronda tocaría el Alavés, que volvería a salir ganador tras vencer en la tanda de penaltis. Tanto en Vigo como en Vitoria, el resultado fue de 1-0 para el equipo local.
En la campaña 1984\85, el Celta se hallaba en la categoría de plata y Alavés en Segunda B. Parecía un enfrentamiento desigual, pero "El Glorioso" se encargó de sorprender a toda España tras vencer por 1-0 en su feudo y 0-2 en tierras gallegas. Balaídos se enfadó mucho con sus jugadores, quienes no supieron demostrar su categoría ante un equipo de nivel inferior.

Viajamos a tiempos más modernos, aunque hayan pasado trece años. De nuevo estaba el Celta en un nivel superior, pues era aquel "Eurocelta" de Champìons que poco a poco iría cayendo en picado. Mientras, el conjunto alavesista se hallaba en Segunda División, pero en el choque copero demostraron ser muy superiores. Aquel Celta de los Mostovoi, Luccin, Gustavo López y Berizzo, no pudo hacer nada contra los Téllez, Magno, Vucko y demás.
Los vascos vencieron en Mendizorroza por 4-2, y en Vigo sellaron su pase a los cuartos de final tras perder por 1-0, resultado insuficiente para caer eliminados. El Celta acabaría aquel ejercicio descendiendo a la categoría de plata tras un año que no pudo ser más nefasto a nivel competitivo.

La quinta coincidencia fue durante la temporada 2006\07, con los olívicos en Primera y los vitorianos en Segunda. Otra vez más no se notaría el nivel competitivo de unos y otros, pues los blanquiazules saldrían victoriosos después de empatar a cero en tierras vascas y conseguir ganar por  0-1 en Vigo. Fue otro varapalo para un Celta que, casualmente, se hallaba también en competiciones europeas. Una vez más pasaría el Alavés, y esta vez a cuartos.

El céltico Pinilla salta con Palermo en un enfrentamiento copero del curso 2003\04. 

- Parece que el Celta tiene una maldición copera con el Alavés, que posee un claro verdugo en la competición del K.O. Como en las dos veces anteriores, el equipo de Toto Berizzo se halla en competiciones europeas. Él mismo sufrió las consecuencias cuando fuera jugador del Celta, en el curso 2003\04. Pero hay algo diferente en este cruce copero, y es que ambos clubes están en la máxima categoría por vez primera.

De momento, la eliminatoria está como empezó, ya que el pasado jueves Celta y Alavés empataron a cero en un partido duro por las pésimas condiciones meteorológicas. La quinta revancha celeste, y sexto cruce de Copa entre vascos y gallegos, se decidirá en Mendizorroza. El pase servirá para disputar la final del torneo, lo que sería la primera vez para el Alavés, y cuarta oportunidad en la historia del Celta de Vigo. 
Ya sabemos que Berizzo es un entrenador que suele romper estadísticas, el miércoles sabremos si será capaz de romper el maleficio copero con una escuadra alavesista de Primera División.


jueves, 2 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: Cuando Dios salvó al Celta.



- Han pasado varios años y algunos lo recordamos como si fuera ayer. El Celta vivía años difíciles, con una situación económica y deportiva bastante complicada. Temporada 2008\09 y el equipo vigués deambulaba por la Segunda División española. Al mando del equipo estaba Eusebio Sacristán, el hombre encargado de dirigir un vestuario joven en el que figuraban prometedores futbolistas de la cantera celtiña. Entre ellos estaba Iago Aspas, a quien muchos celtistas apodarían Dios desde su milagrosa aparición al final de aquel curso.

Iago ya había debutado con el primer equipo en el ejercicio anterior, incluso había tenido alguna convocatoria cuando el equipo se hallaba en Primera. Pero fue en 2009 cuando se ganó un puesto en el primer equipo, y cuando su vida y la historia del Real Club Celta empezaría a cambiar progresivamente... y todo gracias a aquel 6 de junio de 2009. Es una fecha inolvidable.

Eusebio da instrucciones a Iago Aspas.
- Como ya he dicho anteriormente, el equipo no andaba fino. A finales de aquel curso 2008\09 se jugaba algo más que la honra, pues la amenaza del descenso a Segunda B estaba más latente que nunca. El Celta se jugaba mucho aquel día pues, debido a la insuficiencia económica, la perdida de categoría podría significar la desaparición de un histórico club.
El partido clave de la salvación llegaría en la antepenúltima jornada, cuando la escuadra celeste tenía que recibir la visita de otro equipo amenazado por el fantasma del descenso, el Deportivo Alavés. Los vascos visitaban Balaídos en un momento muy crítico para ambos clubes. Era un partido a vida o muerte y con tintes dramáticos, pero Eusebio preparó el partido a conciencia y animó a sus pupilos para intentar obtener la salvación matemática. Sobre el césped de Balaídos dispuso el siguiente once: Falcón, Edu Moya, Jordi, Noguerol, Roberto Lago, Abalo, Rosada, Michu, Trashorras, Óscar Díaz y David Rodríguez. En el banquillo quedaban algunos efectivos como Joselu, Vila y Iago, productos de la cantera viguesa.
Por el Alavés, Javi López alineó a los siguientes: Bernanrdo, Calderón, Caneda, Almirón, Llorente, Emilio Sánchez, Garitano, Natxo Garro, Cuevas, Igor Martínez y Javi Guerra. Todo estaba dispuesto, arbitraba el choque vasco-galaico -atención a este dato- el señor González González, quien dirigirá esta misma noche el duelo copero entre ambos equipos.

El partido estaba siendo aburrido aunque muy tenso. En aquella tarde soleada se palpaba el nerviosismo de la afición olívica que no paraba de alentar a los suyos. No hubo jugadas muy significativas por parte de ambos equipos, y se llegó al descanso con el empate a cero inicial... ni unos ni otros. No hubo cambios en el descanso, aunque Iago Aspas comenzaría a calentar una vez reanudado el encuentro, y es que la cosa no estaba como para dejar pasar los minutos.

Minuto 59 de partido, el público se levanta para ovacionar a una de las perlas de la cantera, un chico que hasta entonces era más conocido por ser el hermano de Jonathan Aspas, ex-jugador celtiña años atrás. Con el número 28 a la espalda, Iago estaba a punto de hacer historia con el club de su vida siendo consciente de lo que se jugaba. Óscar Díaz dejó su lugar en el campo para dar entrada al crack de Moaña, que en cuestión de minutos cambiaría el guión de un partido muy complicado.

Hubo que aguardar unos minutos para ver el primer gol oficial de Aspas como jugador del Real Club Celta... el primero de muchos a día de hoy. Minuto ochenta de partido. Dani Abalo realiza un perfecto centro desde la banda derecha que su eterno amigo remata con un certero cabezazo. Los vigueses se adelantan.

Pero como si de una película de acción se tratase, el Alavés puso más tensión en los minutos finales. El también suplente Juanjo empataría el partido a falta de dos minutos para la conclusión, lo que sentó como un jarro de agua fría para los seguidores vigueses.
Algunos rezaban mirando al cielo y suplicaban un milagro para eludir un descenso que podría conllevar la desaparición de un club nacido en 1923. Tanta oración provocó otra nueva obra de D10s, es decir, Iago Aspas. Éste aprovechó el rechace de un compañero que el alavesista Bernardo no pudo atajar y situó el definitivo 2-1 favorable para los de Eusebio en el tiempo de descuento. Balaídos estalló en plena euforia y aclamó a su nuevo Dios

Iago Aspas es manteado por sus compañeros tras la conclusión de aquel dramático Celta-Alavés. 

- Fue todo un momentazo. Iago corrió como un loco a celebrarlo con su afición, como el niño que era por entonces. Todos sus compañeros corrieron para abrazarle, besarle e incluso mantearle. Nadie se movió de sus asientos. Conscientes de que había nacido un nuevo héroe en Balaídos, los aficionados se levantaron de sus butacas para aplaudir al jugador como si no hubiera mañana.
El milagro se produjo y Iago Aspas salvó al Celta de su posible desaparición, es decir, Dios salvó al equipo vigués. Por otro lado, para los alavesistas fue un día muy duro, algo que empeoraría en las dos últimas jornadas tras confirmarse su descenso a la Segunda División B.

Han pasado los años y la divinidad de Aspas ha aumentado. Nos sigue haciendo vibrar con sus goles como ya lo hizo aquel complicado día, aunque esta vez es en Primera División, en la Europa League e incluso en una Copa del Rey que ya nos puede acercar a la cuarta final de la historia y en la que Iago merece estar... y esperemos que celebrando el título.

Ambos conjuntos se vuelven a encontrar esta noche, aunque en una situación más favorable. En lugar de un descenso a la categoría de bronce, vascos y gallegos se juegan un pase a la final de Copa. El equipo gallego podría vivir su cuarta final, mientras que para los vitorianos sería la primera en lo que a esta competición se refiere.
Pocos jugadores quedan de aquel 6 de Junio de 2009, pero Iago Aspas si está. El Dios que salvó al Celta tratará de escribir una nueva página en la historia del club. Ayudado por sus magníficos aliados de equipo, el de Moaña tiene más ganas de hacer historia que nunca, aunque seguro que no se ha olvidado de sus primeros goles con la celeste.