- Daniel Molina Orta
- Nacido en Huelva, el 14 de marzo de 1996
- Centrocampista
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ R.C. Celta B \ Recreativo de Huelva \ Atlético Onubense.
- Su debut con el primer equipo del Celta coincidió con la marcha del técnico Juan Carlos Unzué, quien le permitió estrenarse en Primera División. Aquello se pudo considerar como un buen regalo del técnico navarro.
Además del debut oficial, Daniel Molina Orta también contó para Fran Escribá en la pretemporada del curso 2019\20, el que quedaría marcado por la aparición de una pandemia mundial. En plena crisis del Coronavirus se sabría que el joven centrocampista dejaría de vestir los colores celestes.
Es considerado como una de las grandes promesas del fútbol andaluz, un muchacho con gran experiencia en la Segunda División B y algunos partidos que disputó en Segunda con el Recreativo de Huelva, el club de sus amores. Cuatro años duró su aventura por Vigo, cuatro campañas que dedicó a jugar para el filial del R.C. Celta.
- Molina nació el 14 de marzo de 1996 en Huelva. Desde muy joven destacó pasando por varias categorías del "Decano", hasta que empezó a contar para el primer equipo tras destacar en el filial. Sergi Barjuán sería el primero en contar con la perla onubense a partir del curso 2013\14, aunque sería José Luis Oltra quien le concedería sus primeros minutos en la categoría de plata española.
A sus diecisiete años, Dani afrontaría su primera titularidad con la escuadra albiazul en el Nuevo Colombino. Ante la visita del Real Zaragoza, el joven debutante demostraría parte de lo que muchos ya conocían en cuanto a su calidad, un rápido y técnico mediocentro de gran desparpajo que aquella tarde completaría un buen partido que acabaría con empate a cero.
Ya eran muchos los ojeadores que se habían fijado en él, y los del Celta entre ellos. Mientras, Molina continuó sumando apariciones con el "Recre", para el que disputaría catorce partidos de Liga y uno de la Copa del Rey, en el que precisamente se estrenaría como goleador en una victoria local frente a la Ponferradina (2-1).
Su primer año con los mayores no acabaría de la mejor forma, ya que el equipo andaluz acabaría descendiendo a Segunda B. Dani Molina seguiría cogiendo experiencia como profesional durante casi dos años, hasta que su venta se tornó necesaria debido a las dificultades económicas del Recreativo de Huelva.
Como ya he comentado, muchos eran los clubes interesados en la perla onubense, que casi a mediados de enero de 2017 pondría rumbo a Vigo para fichar por el Celta. El club vigués se llevaría al prometedor centrocampista para jugar en el equipo filial, aunque con miras a subirlo a la primera plantilla.
En el Celta B comenzó jugando a las órdenes de Alejandro Menéndez, quien le otorgó sus primeros minutos en una visita a Pasarón para medirse al Pontevedra. El jugador contaría con escasos minutos de una contundente goleada celeste por 0-4.
Ya en su segundo año con el filial, Dani cogería las riendas de la titularidad, completando una maravillosa campaña que acabaría con el Celta B en puestos de los play-offs de ascenso a Segunda División.
Molina se había ganado el derecho a ser tenido en cuenta por el cuerpo técnico del primer equipo, y Juan Carlos Unzué le concedería la oportunidad de codearse con los futbolistas profesionales, que en una discreta campaña se hallaban en una situación cómoda de la tabla.
En la última jornada del campeonato liguero, el 19 mayo de 2018, el medio onubense entraría en la convocatoria ante la visita del Levante a Balaídos. Entre unos jugadores ya casi de vacaciones, Molina hallaría la oportunidad de estrenarse en Primera División.
Unzué esperó hasta los minutos finales para regalarle al joven andaluz la inolvidable experiencia de competir entre los grandes. A falta de seis minutos, Dani ingresaría en el césped de Balaídos sustituyendo a Jozabed. Poco dio tiempo para apreciar la calidad del debutante y el partido terminaría con victoria por 4-2 para los gallegos.
No habrían más oportunidades para Dani, que durante dos campañas más seguiría siendo una pieza clave dentro del equipo filial. Los siguientes entrenadores que se sentaron en el banquillo de Balaídos no contarían con el onubense, y tampoco la situación deportiva del primer equipo ayudaría mucho.
Escribá salvaría los muebles en una nefasta campaña que acabó con el Celta salvado, y el técnico valenciano continuaría al mando del Celta de cara al curso 2019\20, preparando una pretemporada en la que incluyó varios jóvenes del filial. Como era de esperar, Molina formó parte de los integrantes de la plantilla.
Disputó varios partidos amistosos, pero su destino estaba en Segunda B, donde continuaría realizando un excelente papel con el equipo menor. En otra situación complicada para el Celta, el andaluz no volvería a contar para el entrenador.
Dani Molina realizó la pretemporada con el primer equipo, aunque nunca volvería a jugar para el mismo de forma oficial. |
- Y llego el Coronavirus. La situación de alerta provocaría que todas las competiciones se paralizasen, incluso a nivel mundial. La categoría de bronce no se volvería a reanudar, quedando el Celta B fuera de los puestos de descenso para pensar ya en el curso siguiente.
Esto haría que Dani Molina no volviese a lucir la camiseta del Celta. Óscar García contaría con varios jugadores del filial para rotar en la reanudación de la liga, pero nunca le daría al joven centrocampista la oportunidad de volver a jugar en una Primera División en la que el Celta permaneció por los pelos una vez más.
Molina solamente jugó una vez en competición oficial con el primer equipo. Fue en aquella contundente victoria frente al Levante, en la que Unzué le regaló su estreno en la máxima categoría. A finales de junio de 2020 se supo que Dani ya no seguiría vinculado al Real Club Celta de Vigo.
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