- Gabriel Veiga Novas
- Nacido en O Porriño (Pontevedra), el 27 de mayo de 2002
- Centrocampista
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Al-Ahli Saudí \ U.D. Santa Mariña \ R.C. Celta Fortuna.
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Estaba llamado a ser el sucesor de un gran líder como
Iago Aspas, un gran referente para cualquier chaval que se curte en la cantera del R.C. Celta de Vigo.
Gabri Veiga tuvo la ocasión de ejercer de Aspas para el equipo de sus amores, dejando sus últimos goles ante el F.C. Barcelona para evitar que el equipo celebrase su aguardado centenario en Segunda División.
Pero lo de este niño con clase no fue una última jornada de casualidad. Además de esa inolvidable tarde en Balaídos, el canterano cerró una maravillosa temporada en Primera con 11 goles y 4 asistencias, algo que no pasó desapercibido para los clubes más poderosos.
En los últimos meses ya estaba siendo relacionado con Barcelona, Real Madrid, Liverpool o Nápoles, además de otras importantes entidades que sonaron. Los ecos más fuertes sonaron desde Italia, pero no hubo un acuerdo final con la empresa napolitana y los medios nos sorprendieron con la marcha de Veiga al fútbol árabe. El Al-Ahli Saudí se llevó a la última perla celeste.
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Veiga, la última gran perla celeste. |
- La clase de este "chico de oro" ya se intuía desde lejos. Ya lo dijo el técnico celtiña
Óscar García Junyent, quien le hizo debutar con los mayores:
"Se lo ha ganado. No regalo nada a nadie". Y desde que debutó, el joven mediapunta no ha parado de sorprendernos.
Era una de las grandes esperanzas de futuro para el Real Club Celta de Vigo, algo que ya advirtieron cuando le vieron en su etapa juvenil. Veiga nació en la localidad pontevedresa de O Porriño, el 27 de mayo de 2002. En sus inicios también practicaba baloncesto a nivel escolar, pero pronto acabaría decantándose por un deporte que podría darle mucho como el fútbol.
Es primo del arquero
Rubén Blanco, otra joya céltica que este mismo año ha dejado de pertenecer a la entidad olívica. Al igual que otros prometedores canteranos, el llamado "Gabri Potter" empezó jugando para el Santa Mariña, de donde también salió su primo y otros reconocidos futbolistas como Jonathan Pereira o
Brais Méndez.
El porriñés es ese mediocentro de calidad que tanto tiempo llevaba buscando, y es que esa es la posición favorita de este canterano que, además de una gran madurez y desparpajo, demuestra sobre el verde que tiene técnica y condiciones de sobra como para acabar jugando entre los grandes.
Ingresó en las filas menores del R.C. Celta tras dar sus primeros pasos en el modesto club de Cabral. Aún era joven y tenía muchas cosas que aprender para ir escalando puestos antes de llegar al primer equipo. Sus actuaciones en categoría juvenil ya hacían presagiar que en cuestión de poco tiempo daría que hablar en el Celta B.
Ya en 2019, Veiga entra a formar parte de la plantilla dirigida por Jacobo Montes, a quien le llegarían muy buenos informes del centrocampista porriñés. Éste sería el que le permitiría debutar con el filial directo celtiña, en un partido de la Segunda División B ante el Internacional de Madrid, el cual se resolvió con empate a dos.
Montes sería cesado y en su lugar llegaría
Onésimo Sánchez, quien le permitiría completar unos registros de 14 partidos y un gol en la categoría de bronce, la que sería interrumpida de forma definitiva por la aparición de la crisis del Coronavirus.
Con el primer equipo salvado milagrosamente del descenso, Gabri contaría con la gran oportunidad de hacer la pretemporada a las órdenes de Óscar García y junto a otros compañeros del filial. El chaval habría mostrado sus maneras, y solo el trabajo y la constancia harían que el prometedor canterano debutase de forma oficial.
- El gran día llegó. El 19 de septiembre de 2020 -con la segunda jornada de liga en marcha- el Celta recibía la visita a Balaídos del Valencia. Los vigueses, con 2-1 a favor, contarían con un nuevo debutante que ayudaría a mantener la victoria. Veiga dispondría de poco más de diez minutos en los que dejó asomar rastros de su talento.
Ante el cúmulo de partidos, a causa de la concentración de selecciones, el entrenador celeste se vería obligado a dar rotaciones para así evitar lesiones prematuras. De esta manera, Óscar daría la sorpresa y alinearía de inicio a los canteranos
José Fontán y Gabri Veiga para medirse al Barcelona.
La actuación del porriñés fue impresionante. En un Balaídos desierto por la prevención del Covid, Gabri Veiga haría un buen partido demostrando mucho descaro ante el Barça de
Ronald Koeman. Por desgracia no acompañó el resultado, pues el Celta perdería por 0-3. Desde entonces se acostumbraría a entrar en las convocatorias, cumpliendo en su primer año con los mayores 6 apariciones en el primer nivel.
Veiga no dejaría todavía de jugar para el filial. El argentino
Eduardo Coudet sería el entrenador que le daría estabilidad en el primer plantel, algo que ocurriría a partir del curso 2022\23, el momento de la gran eclosión del joven futbolista porriñés.
Su inicio de temporada fue espectacular, algo muy necesario para poder encontrar un sucesor para el veterano Iago Aspas, con el que Veiga se entendería a la perfección desde el principio. Aunque aún no se había ganado la titularidad, el jugador se estrenaría como goleador de Primera en una complicada cita en Madrid frente al Atlético, de donde el Celta salió goleado por 4-1.
Poco a poco irían cayendo más goles, como aquel decisivo que hizo en Balaídos frente al Real Betis, que serviría para sumar tres puntos muy importantes (1-0). Fue entonces cuando nació una nueva estrella, un necesario líder que aportase su granito de arena para que el equipo consiguiese seguir compitiendo en la primera categoría.
Los resultados ayudaron muy poco en las siguientes jornadas, y eso provocó que la directiva céltica dejase de confiar en el "Chacho" Coudet, quien dejaría el banquillo de Balaídos para que lo ocupase
Carlos Carvalhal. El técnico portugués seguiría confiando en el mediocampista porriñés.
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La temporada 2022\23 fue muy buena para Veiga, con 11 goles y 4 asistencias para el Celta. |
- Pese a que hubo una mejora con Carvalhal, el Celta empezaría a dar bandazos y eso requeriría la ayuda de los grandes líderes celtiñas, pero ni Iago ni Veiga estarían en su mejor momento. Por la nueva estrella empezarían a apareces fuertes rumores que harían dudar de su continuidad en Vigo, mientras que el presidente Carlos Mouriño se agarraría a la claúsula del canterano.
Gabri Veiga entraría en una especia de bloqueo mental que incluso le haría perder la titularidad por momentos, aunque Carvalhal no dejaría de creer en su talento para sacar al Celta de una difícil situación en la tabla, la cual se fue complicando a medida que transcurrieron las jornadas.
Al final, el equipo olívico acabaría metiéndose en la pomada del descenso, con Aspas aquejado por sus dolores de espalda y mucha polémica en torno al vestuario... hasta el entrenador acabaría en la cuerda floja. Todo quedaría para una última fecha de infarto en la que se debería recibir en casa al Barcelona de
Xavi Hernández, flamante campeón de Liga.
El joven Veiga se echaría el equipo a las espaldas y salvaría la situación firmando dos golazos para la permanencia. Emocionado y eufórico, el de O Porriño parecía haberse despedido de su afición. Durante todo el verano fue sonando para muchos equipos, pero aún tendría tiempo para una despedida en Balaídos, interviniendo en unos minutos de la inauguración liguera 2023\24, en una derrota frente a Osasuna (0-2). En pleno centenario del club, Veiga abandonaría su tierra para probar suerte en Arabia Saudí.