- Está claro que no siempre se concuerda a la hora de valorar un fichaje . Algunos gustan mucho , otros gustan poco y otros nada , y esa es la salsa de todo mercado de fichajes , en el que los aficionados aguardan expectantes las nuevas caras de la plantilla de cara al comienzo de una nueva temporada . En la campaña 1994\95 , es decir , hace ya veinte años , nos encontramos con una curiosa situación en la que unos cuantos seguidores celestes llegaron a realizar una manifestación en Balaídos en desacuerdo con la política de fichajes del club .
Por entonces , el presidente del R.C. Celta era Ignacio Núñez , quien tuvo que lidiar con esta polémica . Pronto se ató al encargado de dirigir el banquillo , Carlos Aimar se haría cargo del mismo junto a su hermano Luis y Enrique Polola como ayudantes .
Las bajas fueron las de Dadíe y Salva , que se fueron a Osasuna , Salillas -había dado su palabra para renovar pero en pocas horas cambió de decisión y se fue al Lleida- Joseba Aguirre y Oliete , que retornaron a sus equipos de procedencia , ya que habían llegado en calidad de cedidos , mientras que con Limperger se llegaba a un acuerdo para continuar , pero siempre y cuando se recuperara totalmente de su lesión . Sin embargo , meses después , el internacional húngaro se iba cedido al Mallorca .
Con el croata Andrijasevic no se llegó a un acuerdo debido a las exigencias económicas del Hajduk Split . Su puesto sería cubierto por el centrocampista serbio Srdjan Bajcetic ( Vojvodina ) , traspaso que costó cerca de 90 millones de las antiguas pesetas . Stjepan Andrijasevic era una figura deseada en Balaídos por su gran calidad , mientras que su sustituto no parecía convencer demasiado .
Sin embargo , la afición celtiña estaba con la mosca tras la oreja , y un grupo llegó a manifestarse en Balaídos . Ignacio Núñez y Francisco Hernández ( presidente y vicepresidente respectivamente ) dieron la cara , con toda clase de explicaciones , en una reunión mantenida en la grada de Preferencia : " No es cuestión de tirar el dinero que tenemos . Hay que invertirlo bien , trayendo jugadores cualificados " -dijeron los mandatarios célticos , que recibieron severas críticas por los traspasos de Cañizares , Otero y Engonga , el primero al Real Madrid y los dos últimos al Valencia C.F.
Mientras tanto surgían problemas con un jugador de la cantera . Fernando Porto , uno de los jugadores de proyección , exigía la baja , al no aceptar el Consejo sus condiciones económicas . Por lo visto , Porto pretendía una cantidad de dinero y formar parte del primer equipo . A causa de ello , hubo enfrentamiento verbal entre algún familiar del jugador y el presidente Núñez , quien finalmente optó por darle la carta de libertad .
Atilano abandonó el fútbol activo para pasar a ser adjunto al jefe de prensa y al cuerpo técnico . Mariano , lateral del Deportivo de La Coruña , cubrió su baja , pagando el Celta 30 millones a la entidad coruñesa por el traspaso del lateral diestro extremeño .
Los movimientos del club en el verano de 1994 no satisfizo al respetable vigués , que perdió grandes jugadores . |
- La marcha del técnico vasco Txetxu Rojo provocó que Sebastián Losada siguiera ligado al club , renovando por dos años . Con esto , la plantilla del Real Club Celta , para la temporada 94\95 , queda conformada por veintidós futbolistas . Tito Vilanova , puesto en situación de transferible , se quedó en el equipo , ya que no contó con ofertas de otros clubes . No obstante , el mediocampista catalán no sería inscrito en la plantilla hasta Enero de 1995 , momento en el que el húngaro Limperger abandonó el Celta .
La afición mostró su descontento en repetidas ocasiones por aquella política de fichajes del club , que se deshizo de grandes figuras que en el ejercicio anterior a punto estuvieron de otorgar el primer título importante tras la disputa de la final de la Copa del Rey 1994 . Pero a partir de aquel año de paso , el equipo vigués comenzaría a contar con excelentes jugadores que en pocos años convertirían al Celta en un equipo de moda por toda Europa .