lunes, 1 de mayo de 2017

Raphael: Puede ser la gran noche del Celta.



- A todos nos sorprende contemplar el gran apoyo con el que cuenta el Celta a escasos días de hacer historia en la Europa League. Aún más nos ha sorprendido el apoyo especial de uno de los mejores artistas de nuestro país que, al igual que el Celta, en su día tuvo su "gran noche europea", aunque en este caso participando en el Festival de Eurovisión. Es por ello que Raphael se siente muy unido al equipo olívico, porque comprende perfectamente esos nervios que flotan en el ambiente ante la llegada de la noche más importante del R.C. Celta en su historia.

Vigo puede tener su gran noche el 24 de mayo de 2017 en Solna, y para ello el cantante Raphael nos transmite su más sincero apoyo, para que todo el celtismo coree aquel tema que tan famoso hizo a nuestro protagonista y quien realmente se merece figurar en la lista de los "Personajes Celestes". Todos queremos cantar en Suecia ese "Mi gran noche" para poder celebrar un título por el que muchos clubes europeos suspiran... y todo pasa por ganar al Manchester United en las semifinales.

- Estoy seguro de que todos sabéis quien es, pues Raphael es uno de los cantantes más famosos de España y cuya fama ya se extendió por todo el mundo desde hace muchos años, desde que en el Celta jugaban hombres como Manolo, Costas o Las Heras, entre otros.
Por aquellos tiempos sonaba mucho el nombre de Raphael, cuyo nombre real es Miguel Rafael Martos Sánchez. La gran voz española nació en Linares (Jaén), un 5 de mayo de 1943. Desde niño residió en Madrid con sus padres, y ya con tres años empezó a dar muestras de su gran talento para la música. Le llamaban el "Ruiseñor de Linares" y actuaba en un coro infantil, hasta que ese niño se convirtió en un joven efebo que conquistaría a todo el país a principios de los sesenta.
Su voz le llevó a participar en el Festival Internacional de la Canción de Benidorm en 1962, y más tarde se ganaría el derecho de representar a España en un Festival de Eurovisión que por aquel entonces juntaba a todas las familias frente al televisor. Sucedió en l966 y 1967, en los XI y XII Festivales de Eurovisión respectivamente. Raphael cantó "Yo soy aquél" en Luxemburgo y "Hablemos del amor" en Viena. Lo hizo con la misma pasión e ilusión con la que la que los jugadores celtiñas han jugado en los campos de Rusia, Ucrania, Bélgica u Holanda en la presente edición de la Europa League, esa que podría acabar con el tema de "La gran noche del Celta".

El cantante jienense siguió triunfando a lo largo de su vida. Muchas fueron las canciones que le engrandecieron en el panorama mundial, tantas como goles marca nuestro Iago Aspas. Entre esas canciones podemos encontrar éxitos como los ya citados o "Digan lo que digan", "Tema de amor", "Estar enamorado", "Balada triste de trompeta", "Qué sabe nadie", "¿Qué tal te va sin mí?" o "Desde aquel día", entre muchas otras.

Hasta la actualidad ha continuado brillando a lo largo de su carrera artística, ha colaborado con muchos artistas famosos y ha cantado en múltiples conciertos. Raphael nunca se ha cansado de viajar como lo hace la plantilla del R.C. Celta para competir entre los más grandes de Europa.

Pues en uno de esos viajes hemos descubierto que a Raphael le haría ilusión ver al Celta triunfando por Europa, como ya lo hizo él mismo en aquellos lejanos años de los sesenta.
El cantante ha estado por Vigo estos días, y además de ganarse al público vigués con su incansable voz el pasado viernes en el Auditorio Mar de Vigo, se la ha ganado también por acordarse del celtismo en un momento tan clave de su historia. Muchos son los medios que han reflejado el mensaje de apoyo del gran Raphael.

Al artista andaluz le gustaría ver al Celta en la final de Solna, y así lo ha manifestado tras ese concierto en el que deleitó a todo Vigo con su voz. Es más, Raphael no se ha cortado a la hora de posar con una elástica celeste, además de dedicar unas palabras de ánimo para que el equipo olívico se sienta arropado por el calor de su voz y el de muchas otras voces que apoyarán al equipo en su largo peregrinaje a Suecia, del cual esperamos salir vencedores. "Digan lo que digan" el Celta se ha plantado en estas semifinales para hacer historia, y "el Celta es aquel" que ya ha dejado atrás a equipos como el Krasnodar, Panathinaikos, Standard de Lieja, Genk o Shaktar Donetsk.

Raphael posando con una camiseta del R.C. Celta tras actuar en el Auditorio Mar de Vigo.

- Ahora toca batir al Manchester United para plantarse en tierras escandinavas, las mismas que vieron nacer a nuestro héroe celeste John Guidetti y quien espera celebrar el título europeo en su propia casa. Raphael se ha unido al celtismo para hacer historia con el Celta, y es seguro que estará pendiente de las actuaciones de los célticos, como muchos hemos estado pendientes de sus actuaciones sobre el escenario.

Además de posar con la camiseta del Celta, el cantante ha lanzado un mensaje de ánimo hacia las cámaras de Celta Media en el que exclama: "Y no olvidéis, el jueves puede ser vuestra gran noche. ¡Hala Celta!".
Ahora solamente queda esperar a la cita del próximo jueves ante el Manchester y encarrilar la eliminatoria para esperar esa gran noche en la que el celtismo viviría la primera final europea de un Celta que ya ha hecho historia al clasificarse por vez primera a las semifinales de la Europa League.

A continuación os dejo esa reproducción en la que Raphael nos dedica con cariño unas palabras para afrontar la gran noche celeste:


viernes, 21 de abril de 2017

Anécdotas Celestes: Los malditos cuartos europeos.



- Pasan los años, pero en la memoria de todo celtista aún queda el amargo de recuerdo de las trágicas eliminaciones en la Copa de la UEFA, lo que hoy conocemos como la Europa League. En aquellos años se vio un fútbol exquisito, rozando la perfección en el juego. Muchos creyeron en el título europeo, pero había una ronda clave que se le acabó atragantando a aquel maravilloso Celta de la mayor era europea.

Los cuartos de final, esa ronda tan odiada hasta hoy, de la que el equipo vigués nunca había conseguido pasar. Olympique de Marsella, Lens y F.C. Barcelona fueron los rivales que se encargaron de convertir una noche dulce en un final aciago que siempre acababa con los rostros de decepción entre jugadores y afición. Hablo de un Celta que contó con jugadores de la talla de Mostovoi, Karpin, Mazinho, Penev, Revivo, Míchel... Han pasado casi veinte años, pero resulta imposible olvidar a jugadores de tal calidad que nunca pudieron alcanzar la "gloria celeste".

Velasco se lamenta en la derrota ante el Lens.
- Temporada 1998\99. El equipo galáctico celeste comienza a asombrar a Europa. Por el camino caen equipos como Liverpool y Aston Villa, pero aquel conjunto entrenado por Víctor Fernández no conseguiría pasar a semis. El Olympique de Marsella se encargó de frenar a la escuadra gallega. El 2 de marzo de 1999 tuvo lugar el encuentro de ida, en el que los vigueses sacaron un resultado no tan malo para la vuelta. El conjunto marsellés se impuso por 2-1, resultado que tuvo que defender en Balaídos para pasar a la siguiente ronda. En aquel equipo francés se hallaban dos futbolistas que a posteriori vestirían de celeste, Luccin y Maurice. También contaba con mediáticas estrellas como Ravanelli, Dugarry o Pires. El Celta cercó el marco de los galos hasta flaquear de fuerzas. Ningún delantero celtiña pudo batir a Stéphane Porato, y el resultado de empate a cero dejaba a los de Víctor fuera de la competición. Aquella sería la primera eliminación en cuartos.
Al año siguiente el mismo panorama y con otro club de origen francés. Fue un año mágico en el que los célticos dejaron constancia de su calidad. Nadie ha podido olvidar aquel 7-0 al Benfica, y menos aún el 4-0 a la Juventus. Los gallegos parecían favoritos en el torneo europeo, pero todavía les quedaría el escollo de cuartos, el Lens.

Nos vamos al 16 de marzo del año 2000. Balaídos se viste de gala para recibir a otro rival europeo, no menos complicado que los anteriores, desde luego. Otra vez la negación de cara a la portería crisparía el ambiente en Vigo. El R.C. Celta no sería capaz de marcarle un gol al meta Warmuz, quien compartía vestuario con otros afamados futbolistas de la Ligue 1, como Nouma y Nyarko. Empate a cero en el marcador y todo quedaría para el choque de vuelta.

Y otra vez la casualidad se toparía con el equipo vigués. Los galos se impusieron por 2-1 en su feudo merced a los tantos de Nouma e Ismaël. El gol del celtiña Revivo no sería suficiente para eliminar a los franceses, quienes finalmente festejarían el pase a semifinales aquel lejano 23 de marzo, otra fecha dolorosa para el celtismo.

Como no hay dos sin tres, en el curso 2000\01 volvería a ocurrir lo mismo, aunque en esta ocasión sería un español quien tendría que actuar como "verdugo de los cuartos de final". Era aquel Barça tan holandés en el que se hallaban talentos de la talla de Guardiola, Overmars, Xavi o Kluivert, y por si fuera poco, en el banquillo se hallaba un ex-céltico, Richard Dutruel, quien hizo de suplente para un joven Pepe Reina.
Curioso, pues otra vez un 2-1 reflejaría en el marcador de un Barcelona "uefero". Los gallegos abandonaron el Camp Nou confiados en haber sacado un resultado favorable de Barcelona, aunque este repetitivo resultado volvería a aguar la fiesta a todos los celtistas.

No hubo un empate a cero en el partido de vuelta con fecha de 15 de marzo de 2001, aunque sí un insuficiente 3-2. Fue un partido bonito y el Celta ganó, pero la diferencia goleadora declararía vencedor al bando culé. El árbitro Markus Merk no estuvo acertado con la dirección del partido, y eso perjudicó claramente a los vigueses, que por tercera vez se quedaría a las puertas de las semifinales de la Copa de la UEFA. ¡Meigas fora!.

Sí hubo más participaciones hasta entonces, aunque en ese caso el Celta no pasaría de octavos. Fue durante la temporada 2006\07, cuando en el banquillo celeste estaba Fernando Vázquez y en el campo se hallaban hombres como Canobbio, Nené y Borja Oubiña entre otros. El Werder Bremen no daría pie a que se repitiese la historia, así que hubo que aguardar una década para encontrar nuevamente la ronda maldita.

El Olympique de Marsella fue otro de los verdugos en los cuartos de final. 

- Nos trasladamos a tiempos actuales para enfrentarnos a ese pánico creado por esta ronda maldita. Ahora se llama Europa League y el formato de competición a cambiado de forma brusca. El Celta se midió a rivales como el Standard de Lieja, Panathinaikos y Ajax en un dificultoso grupo que dejó a los hombres de Toto Berizzo en un segundo lugar, suficiente para seguir adelante. En las siguientes rondas cayeron Shakhtar Donetsk y Krasnodar, y en cuartos espera el KRC Genk, un rival incómodo que sabe jugar al ataque como este Celta formado por los Iago Aspas, Sisto, Hugo Mallo, Wass y Radoja, entre otros.

El resultado de ida en Balaídos inspiraba desconfianza, pues recordaba a aquel mismo 3-2 frente al Barça que derivó en la eliminación del torneo europeo. Pero los vigueses se presentaron en el Luminus Arena para evitar el gafe con un collar de ajos si fuera preciso. Con el empate a uno entraban escalofríos por el recuerdo de aquel 2-1 frente al Barcelona, pero esta vez no hubo un segundo gol local, y el Celta aguarda con calma a su rival de semifinales.
Es la primera vez que el equipo olívico se presenta en esta ronda. Una vez roto el gafe de los cuartos de final, toca soñar con acariciar la final de la Europa League... y quien sabe si ganarla.

Los jugadores del Celta celebran uno de los tantos que acabaron con el gafe de cuartos ante el KRC Genk.


jueves, 9 de marzo de 2017

Anécdotas Celestes: Aquella mágica noche en Anfield.



- Casi puedo hablar de memoria de aquella noche. Han pasado casi veinte años, pero es inolvidable ese momento en el que Celta se hace grande en Europa tumbando a todo un gigante europeo como el Liverpool, uno de los clubes extranjeros más admirables del planeta. Por entonces era aún más poderoso. Recuerdo que se hablaba de Anfield como una fortaleza de la cual muchos se habían ido de vacío durante un año, pero la racha estaba a punto de cambiar...

Aquella apisonadora celeste venía de derribar a todo un Aston Villa. El equipo de Víctor Fernández se había ganado una gran fama por Europa y muchos hablaban de aquel "fútbol de seda" fabricado con la imaginación de futbolistas como Karpin, Makelèlè, Mazinho, Mostovoi y Revivo, entre otros.
Temporada 1998\99. Tras superar el duro escollo ante el conjunto de Villa Park, los célticos se las tuvieron que ver con el equipo de The Beatles, los "Reds"... el temible Liverpool F.C.

Djorovic tapa una maniobra de Michael Owen. 
- La ida se celebró en Balaídos, el 24 de noviembre de 1998. El equipo vigués sacó un buen resultado para hacerse respetar antes de pisar el santuario de Merseyside. Por 3-1 vencieron los celestes gracias a los tantos de Karpin, Mostovoi y el inolvidable Gudelj, habiendo remontado el gol de Michael Owen, cuyo gol intentarían hacer valer los ingleses en el partido de vuelta.
Recuerdo abrir el diario Marca y encontrarme una foto de Michel Salgado, Karpin y Mostovoi en la mítica caverna de Los Beatles. La noticia hablaba de un Celta sin complejos capaz de tomarse un partido como un reto histórico en el que solamente mandaría el fútbol. Con esa idea llegaron a Anfield los jugadores de Víctor Fernández, quien había engrasado la máquina para seguir luciendo buen fútbol y así hacer valer el resultado de la ida.
Así llegó aquel apasionante 8 de diciembre de 1998. Las luces navideñas consentirían el resplandor céltico que aquel día se manifestaría sobre el verde de Anfield. El estadio presentaba un ambiente muy cálido pese al gélido clima de aquella época invernal. Los aficionados ingleses no paraban de cantar el "You never walk alone", algo así como "el Padre Nuestro" del santuario del Liverpool.

Entre los locales se hallaban jugadores de la talla del ya citado Michael Owen, el irlandés Stauton, un joven Gerrard y el internacional checo Patrick Berger. Escuchar de boca del locutor nombres como esos y los de Robbie Fowler, Riedle o Carragher ya causaba bastante respeto.
Pero a aquel Celta no le asustaba nada, y es que entre su plantilla también se hallaban jugadores de gran reputación. El técnico celtiña alineó a los siguientes héroes: Dutruel, Michel Salgado, Djorovic, Cáceres, Berges, Mazinho, Makelèlè, Mostovoi, Karpin, Revivo y Sánchez. El búlgaro Lubo Penev no podría figurar en aquella gran cita por hallarse sancionado, por lo que el partido se antojaba aún más complicado.

La cosa comenzó como muchos esperaban. Los ingleses ejercieron de dominantes impulsados por la garganta de miles aficionados "Reds". El Celta se mostraba algo más tímido que en el partido de ida, aunque hilaba su fútbol poco a poco para que los contrarios supiesen a quien se estaban encarando.

La clave del partido llegó en el minuto doce del segundo tiempo. Makelèlé combinó en corto con Mazinho para realizar un genial pase en diagonal a un compañero de ataque. Por la banda izquierda apareció la silueta de Haim Revivo, que tomó el esférico para inventarse una serie de regates a la velocidad del rayo. El israelita se fue de uno, se fue de otro y puso el balón en las mallas con un excelente derechazo a sabiendas de que su pie bueno era el izquierdo.

Aquel magistral tanto de Revivo congeló todo Anfield y gran parte de Inglaterra. Mientras, el protagonista corría enloquecido para dedicar su obra de arte al pequeño Bar, su primogénito. El crack se levantó la elástica celeste para lucir una foto de su hijo en el que se podía leer "Revivinho", haciendo quizás un guiño a su compañero Mazinho. Los compañeros abrazaron al goleador y se miraban unos a otros orgullosos, conscientes de que estaban a punto de tumbar a otro grande de Europa.

Haim Revivo celebra el único tanto del partido que enfrentó a Liverpool y Celta en Anfield.

- Y así sucedió. El colegiado Hartmut Strampe decretó el final del partido y los célticos celebraron el pase a la siguiente ronda tras derrotar al Liverpool por 0-1. Todos los medios nacionales e internacionales dedicaron maravillosas palabras a un equipo que empezaba a causar respeto por Europa. Esta es sin duda una de las mayores gestas del Celta en su historia, una hazaña de las que da gusto vivir y rememorar años después.

Aquel Celta pudo llegar lejos, y eso se intentó. Pero los de Víctor Fernández no pudieron con su siguiente rival. El Olympique de Marsella acabó con el sueño celeste en los cuartos de final, una ronda de la que el equipo vigués nunca ha podido pasar en la Copa de la UEFA, conocida actualmente como Europa League.

martes, 28 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: Visitas del Celta a El Molinón.



- Con el empate cosechado en Gijón recientemente, el Real Club Celta de Vigo acumulará ya veinte años sin conocer la derrota en El Molinón en lo que a la máxima categoría se refiere. En total son trece derrotas, nueve empates y cinco victorias las que lleva el equipo vigués en sus salidas a Gijón, en un campo que parece darle suerte. También hay que reconocer que dos históricos del fútbol español como son Sporting y Celta, apenas han coincidido en Primera División a lo largo de las dos últimas décadas.

Para conocer la primera victoria celeste en Gijón debemos remontarnos a la temporada 1957\58, cuando Luis Casas Pasarín ejercía de entrenador. Fue en la última jornada del campeonato liguero, el 5 de abril de 1958. En el conjunto asturiano jugaban los Castañer, Basora II, Biempica y Pla entre otros, mientras que por el Celta actuaban futbolistas como Pepe Villar, Escobar, Gausí y el meta Manolín.
En aquel encuentro, dirigido por el colegiado Marrón Martín, los vigueses vencieron por 1-2. El equipo rojiblanco se había adelantado por medio de Antonín, pero a falta de veinte minutos se remontó el dificultoso choque con los goles de Tucho Sampedro y un argentino que con cuyo nombre daba honor a la ciudad olívica, José Vigo.

Pasarían más de treinta años para que el Celta celebrase su segunda victoria en Gijón, concretamente en el curso 88\89. Novoa -quien antaño había dirigido al Sporting de Gijón- esta vez se hallaba en el bando gallego como entrenador. De nuevo se repetiría el 1-2 de la última victoria céltica. Fue gracias a los goles de Julio Prieto y Amarildo, que con sus respectivos tantos hicieron inútil el del sportinguista Narciso. Por cierto, cabe recordar que en el equipo gijonés se hallaba el actual Director Deportivo celeste, Felipe Miñambres.

El 17 de enero de 1993 llegó la tercera, con Txetxu Rojo en el banquillo (temporada 92\93). Fue el resultado más claro obtenido en El Molinón, con un 0-3 ofrecido por los goles de Otero, Ratkovic y Gudelj de penalti.
Cinco años después se repetiría la historia, con un Celta que ya amenazaba con convertirse en un grande de la Liga Española. Jabo Irureta dirigía a los Karpin, Mazinho, Revivo y Mostovoi, aunque éste último se perdió el encuentro por acumulación de tarjetas. Aquella imparable escuadra sacó los tres puntos de tierras asturianas merced a un tanto del revulsivo Moisés, quien había entrado en el campo para convertir el 0-1 definitivo.

Pasaron muchos años y Sporting y Celta debieron esperar muchos años para verse las caras en Primera División. Tan solo hubo cruce en dos ocasiones, y ambas fueron en la categoría de plata. El primer cruce fue durante el curso 2004\05, con victoria local por 1-0. La réplica celeste llegó en la campaña 2007\08, con un gol del chipriota Okkas que decidió el partido para los suyos.

Karpin avanza con el balón durante un Sporting - Celta de la temporada 1997\98. 

- Después de dieciocho años ambos equipos se reencuentran en la máxima categoría. Apenas nos acordábamos ya de aquel importante gol de Moisés, pero el Celta de Eduardo Berizzo se encargó de refrescarnos la memoria con un idéntico resultado el pasado 4 de octubre de 2016. Nolito marcó aquel solitario gol que significaría la quinta victoria de la escuadra viguesa en todas sus visitas a El Molinón desde que gallegos y asturianos han coincidido en Primera, desde 1945.

El último enfrentamiento entre ambos se ha saldado con un empate a un gol. Los gijoneses abrieron el marcador con un penalti transformado por Moi Gómez. Una genialidad de Iago Aspas en un libre directo cerraría el resultado que deja un Celta invencible en el estadio rojiblanco, donde no se pierde desde hace dos décadas.

viernes, 24 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: La primera sustitución del Celta.



- Se suele recordar a los más goleadores, al mejor portero, máximo asistente y demás honrados deportistas que han sido mencionados por alguna que otra hazaña. Yo hoy quiero recordar la primera sustitución celeste, es decir, al primer sustituto y primer sustituido sobre el terreno de juego.
Por si alguien no lo sabe, no siempre hubo sustituciones en los partidos de fútbol. Desde los albores del balompié hasta la década de los sesenta, nunca se vio el simple hecho de "hacer cambios". Solamente se permitía sustituir al portero en caso de lesión, por lo demás, los once jugadores iniciales tendrían que soportar los noventa minutos reglamentarios sobre el manto verde... algo que ya no se ve.

Tenemos que viajar en el tiempo hasta 1953 para encontrar la primera sustitución en cuanto a jugadores de campo. Ésta se produjo durante el la fase de calificación de la Copa del Mundo de 1953. El alemán Horst Eckel fue sustituido por lesión, y éste hecho no se volvió a repetir hasta más adelante.

En Inglaterra se permitieron los cambios a partir de la temporada 1965\66, y en la liga española no llegó tal permiso hasta el curso 1969\70. El secretario de la Federación Española de Fútbol de aquella época, Andrés Ramírez, aceptó reticente la nueva norma alegando lo siguiente: "La sustitución de jugadores lesionados durante los partidos oficiales en Inglaterra me ha causado mala impresión. Aquí, en España, se viene practicando desde hace años que, como máxima concesión, se pueda sustituir el guardameta, cuando el titular resulte lesionado, ya que es un puesto ´sui generis´. Pero en casos de auténtica lesión. La sustitución de jugadores lesionados se presta a combinaciones sospechosas. Las reglas deben mantenerse rígidas. Solamente en caso de inutilización del portero puede permitirse su sustitución. Por cierto, esto no venía ocurriendo en Inglaterra; incluso enlos partidos internacionales. Por ello, cuando la selección española se ha enfrentado a algún equipo nacional británico, el seleccionador nacional, señor Villalonga, ha entrenado como posible guardameta, en caso de lesión del titular, al delantero centro Marcelino. No creo que el sistema prospere".

Desde la Copa del Mundo 1970 -celebrada en Brasil- se aceptó la sustitución de un jugador de campo fuera o no por lesión, así que en la Liga Española se tuvieron que adaptar a la nueva normativa de la FIFA.
Por entonces, el R.C. Celta de Vigo se hallaba recientemente en Primera División tras un largo periodo en la categoría de plata. Llegó a tiempo a la máxima categoría para realizar una de las primeras sustituciones en nuestra afamada liga.

El equipo vigués había viajado a San Sebastián para enfrentarse a la Real Sociedad y así cumplir con la primera jornada de la Liga 1969\70. Fue un 14 de septiembre de 1969, en el estadio de Atotxa. El once del técnico celtiña Roque Olsen sería el siguiente: Bermúdez, Hernández, Cano, Hidalgo, Manolo, Costas, Taberner, Juan, Suco, Rivera y Abel. Uno de aquellos jugadores no acabaría el partido aquel día, pero no sería por lesión o sanción...

Imagen de una de las muchas sustituciones que hemos visto desde la década de los setenta.

- Abel sería sustituido en el minuto 76 de partido, cuando el Celta iba perdiendo por 2-0 merced a los tantos donostiarras de Dionisio Urreisti. El delantero Abel fue sustituido por Francisco Doblas, lo que significó el primer intercambio de jugadores de campo en la historia del R.C. Celta. 
Doblas trató de ayudar en la remontada, aunque el equipo olívico solo pudo maquillar el resultado con un tanto de Juan (dos minutos después de la sustitución). A partir de entonces, Balaídos y otros campos de España se tuvieron que acostumbrar a la novedad de los cambios.

Poco a poco se fueron modificando aún más las normas. De las dos sustituciones se pasó a la aceptación de las tres. Esta nueva regla se instó a mediados de los noventa, y desde entonces hasta la actualidad no ha vuelto a cambiar... de momento.
Sirven para tener más fresco al equipo, para perder tiempo e incluso para darse un respiro. Abel y Doblas fueron los primeros protagonistas de las sustituciones en el Celta, y por ello merecen también esta especial mención.

lunes, 6 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: La maldición copera del Celta con el Alavés.



- El Celta tiene una cuenta pendiente con el Alavés en la Copa del Rey. Para que nos hagamos una idea, célticos y alaveses se han visto las caras en cinco eliminatorias coperas, y todas han sido favorables al conjunto vitoriano. Lo más curioso es que ambos equipos nunca coincidieron en este torneo como equipos de Primera, al menos por parte del Alavés. Solamente en la presente campaña 2016\17 se ven las caras como equipos de la máxima categoría, y de momento, tras el empate a cero en Balaídos, todo está por decidirse en Mendizorroza.

Vayamos a la primera ocasión en la que Celta y Alavés se cruzaron en competición copera. Por entonces, ambos conjuntos estaban en Segunda División (1977\78). Tras eliminar a equipos como el Atlético Monzón y Cartagena, los vigueses cayeron eliminados en su duelo frente al Deportivo Alavés. Después de un empate a dos en Balaídos, los gallegos sucumbieron en Vitoria por uno a cero.

Ambos equipos coincidieron en segunda durante el curso 81\82, justo cuando quedarían emparejados por segunda vez. Ourense y Compos fueron los primeros rivales derrotados por la escuadra celeste, En la tercera ronda tocaría el Alavés, que volvería a salir ganador tras vencer en la tanda de penaltis. Tanto en Vigo como en Vitoria, el resultado fue de 1-0 para el equipo local.
En la campaña 1984\85, el Celta se hallaba en la categoría de plata y Alavés en Segunda B. Parecía un enfrentamiento desigual, pero "El Glorioso" se encargó de sorprender a toda España tras vencer por 1-0 en su feudo y 0-2 en tierras gallegas. Balaídos se enfadó mucho con sus jugadores, quienes no supieron demostrar su categoría ante un equipo de nivel inferior.

Viajamos a tiempos más modernos, aunque hayan pasado trece años. De nuevo estaba el Celta en un nivel superior, pues era aquel "Eurocelta" de Champìons que poco a poco iría cayendo en picado. Mientras, el conjunto alavesista se hallaba en Segunda División, pero en el choque copero demostraron ser muy superiores. Aquel Celta de los Mostovoi, Luccin, Gustavo López y Berizzo, no pudo hacer nada contra los Téllez, Magno, Vucko y demás.
Los vascos vencieron en Mendizorroza por 4-2, y en Vigo sellaron su pase a los cuartos de final tras perder por 1-0, resultado insuficiente para caer eliminados. El Celta acabaría aquel ejercicio descendiendo a la categoría de plata tras un año que no pudo ser más nefasto a nivel competitivo.

La quinta coincidencia fue durante la temporada 2006\07, con los olívicos en Primera y los vitorianos en Segunda. Otra vez más no se notaría el nivel competitivo de unos y otros, pues los blanquiazules saldrían victoriosos después de empatar a cero en tierras vascas y conseguir ganar por  0-1 en Vigo. Fue otro varapalo para un Celta que, casualmente, se hallaba también en competiciones europeas. Una vez más pasaría el Alavés, y esta vez a cuartos.

El céltico Pinilla salta con Palermo en un enfrentamiento copero del curso 2003\04. 

- Parece que el Celta tiene una maldición copera con el Alavés, que posee un claro verdugo en la competición del K.O. Como en las dos veces anteriores, el equipo de Toto Berizzo se halla en competiciones europeas. Él mismo sufrió las consecuencias cuando fuera jugador del Celta, en el curso 2003\04. Pero hay algo diferente en este cruce copero, y es que ambos clubes están en la máxima categoría por vez primera.

De momento, la eliminatoria está como empezó, ya que el pasado jueves Celta y Alavés empataron a cero en un partido duro por las pésimas condiciones meteorológicas. La quinta revancha celeste, y sexto cruce de Copa entre vascos y gallegos, se decidirá en Mendizorroza. El pase servirá para disputar la final del torneo, lo que sería la primera vez para el Alavés, y cuarta oportunidad en la historia del Celta de Vigo. 
Ya sabemos que Berizzo es un entrenador que suele romper estadísticas, el miércoles sabremos si será capaz de romper el maleficio copero con una escuadra alavesista de Primera División.


jueves, 2 de febrero de 2017

Anécdotas Celestes: Cuando Dios salvó al Celta.



- Han pasado varios años y algunos lo recordamos como si fuera ayer. El Celta vivía años difíciles, con una situación económica y deportiva bastante complicada. Temporada 2008\09 y el equipo vigués deambulaba por la Segunda División española. Al mando del equipo estaba Eusebio Sacristán, el hombre encargado de dirigir un vestuario joven en el que figuraban prometedores futbolistas de la cantera celtiña. Entre ellos estaba Iago Aspas, a quien muchos celtistas apodarían Dios desde su milagrosa aparición al final de aquel curso.

Iago ya había debutado con el primer equipo en el ejercicio anterior, incluso había tenido alguna convocatoria cuando el equipo se hallaba en Primera. Pero fue en 2009 cuando se ganó un puesto en el primer equipo, y cuando su vida y la historia del Real Club Celta empezaría a cambiar progresivamente... y todo gracias a aquel 6 de junio de 2009. Es una fecha inolvidable.

Eusebio da instrucciones a Iago Aspas.
- Como ya he dicho anteriormente, el equipo no andaba fino. A finales de aquel curso 2008\09 se jugaba algo más que la honra, pues la amenaza del descenso a Segunda B estaba más latente que nunca. El Celta se jugaba mucho aquel día pues, debido a la insuficiencia económica, la perdida de categoría podría significar la desaparición de un histórico club.
El partido clave de la salvación llegaría en la antepenúltima jornada, cuando la escuadra celeste tenía que recibir la visita de otro equipo amenazado por el fantasma del descenso, el Deportivo Alavés. Los vascos visitaban Balaídos en un momento muy crítico para ambos clubes. Era un partido a vida o muerte y con tintes dramáticos, pero Eusebio preparó el partido a conciencia y animó a sus pupilos para intentar obtener la salvación matemática. Sobre el césped de Balaídos dispuso el siguiente once: Falcón, Edu Moya, Jordi, Noguerol, Roberto Lago, Abalo, Rosada, Michu, Trashorras, Óscar Díaz y David Rodríguez. En el banquillo quedaban algunos efectivos como Joselu, Vila y Iago, productos de la cantera viguesa.
Por el Alavés, Javi López alineó a los siguientes: Bernanrdo, Calderón, Caneda, Almirón, Llorente, Emilio Sánchez, Garitano, Natxo Garro, Cuevas, Igor Martínez y Javi Guerra. Todo estaba dispuesto, arbitraba el choque vasco-galaico -atención a este dato- el señor González González, quien dirigirá esta misma noche el duelo copero entre ambos equipos.

El partido estaba siendo aburrido aunque muy tenso. En aquella tarde soleada se palpaba el nerviosismo de la afición olívica que no paraba de alentar a los suyos. No hubo jugadas muy significativas por parte de ambos equipos, y se llegó al descanso con el empate a cero inicial... ni unos ni otros. No hubo cambios en el descanso, aunque Iago Aspas comenzaría a calentar una vez reanudado el encuentro, y es que la cosa no estaba como para dejar pasar los minutos.

Minuto 59 de partido, el público se levanta para ovacionar a una de las perlas de la cantera, un chico que hasta entonces era más conocido por ser el hermano de Jonathan Aspas, ex-jugador celtiña años atrás. Con el número 28 a la espalda, Iago estaba a punto de hacer historia con el club de su vida siendo consciente de lo que se jugaba. Óscar Díaz dejó su lugar en el campo para dar entrada al crack de Moaña, que en cuestión de minutos cambiaría el guión de un partido muy complicado.

Hubo que aguardar unos minutos para ver el primer gol oficial de Aspas como jugador del Real Club Celta... el primero de muchos a día de hoy. Minuto ochenta de partido. Dani Abalo realiza un perfecto centro desde la banda derecha que su eterno amigo remata con un certero cabezazo. Los vigueses se adelantan.

Pero como si de una película de acción se tratase, el Alavés puso más tensión en los minutos finales. El también suplente Juanjo empataría el partido a falta de dos minutos para la conclusión, lo que sentó como un jarro de agua fría para los seguidores vigueses.
Algunos rezaban mirando al cielo y suplicaban un milagro para eludir un descenso que podría conllevar la desaparición de un club nacido en 1923. Tanta oración provocó otra nueva obra de D10s, es decir, Iago Aspas. Éste aprovechó el rechace de un compañero que el alavesista Bernardo no pudo atajar y situó el definitivo 2-1 favorable para los de Eusebio en el tiempo de descuento. Balaídos estalló en plena euforia y aclamó a su nuevo Dios

Iago Aspas es manteado por sus compañeros tras la conclusión de aquel dramático Celta-Alavés. 

- Fue todo un momentazo. Iago corrió como un loco a celebrarlo con su afición, como el niño que era por entonces. Todos sus compañeros corrieron para abrazarle, besarle e incluso mantearle. Nadie se movió de sus asientos. Conscientes de que había nacido un nuevo héroe en Balaídos, los aficionados se levantaron de sus butacas para aplaudir al jugador como si no hubiera mañana.
El milagro se produjo y Iago Aspas salvó al Celta de su posible desaparición, es decir, Dios salvó al equipo vigués. Por otro lado, para los alavesistas fue un día muy duro, algo que empeoraría en las dos últimas jornadas tras confirmarse su descenso a la Segunda División B.

Han pasado los años y la divinidad de Aspas ha aumentado. Nos sigue haciendo vibrar con sus goles como ya lo hizo aquel complicado día, aunque esta vez es en Primera División, en la Europa League e incluso en una Copa del Rey que ya nos puede acercar a la cuarta final de la historia y en la que Iago merece estar... y esperemos que celebrando el título.

Ambos conjuntos se vuelven a encontrar esta noche, aunque en una situación más favorable. En lugar de un descenso a la categoría de bronce, vascos y gallegos se juegan un pase a la final de Copa. El equipo gallego podría vivir su cuarta final, mientras que para los vitorianos sería la primera en lo que a esta competición se refiere.
Pocos jugadores quedan de aquel 6 de Junio de 2009, pero Iago Aspas si está. El Dios que salvó al Celta tratará de escribir una nueva página en la historia del club. Ayudado por sus magníficos aliados de equipo, el de Moaña tiene más ganas de hacer historia que nunca, aunque seguro que no se ha olvidado de sus primeros goles con la celeste.